lunes, 16 de octubre de 2017

Salud por Sevilla






  Era un sábado caluroso, recordaba más a un Lunes Santo que a una tarde otoñal de Octubre. En el Barrio León se sentía que algo extraordinaria iba a suceder.  La calle engalanada, las vecinas no fallarían, sus hijos la llevarían por el cielo de Sevilla para hacer a la princesa del Barrio León reina de Sevilla.

  A la ida vivimos momentos mágicos , nos hicieron sentir como una tarde de domingo en la calle San Jacinto, un Miércoles en Adriano, un Viernes  en el Real de Caballería, un Lunes en la calle Dos de Mayo. Con andares finos, con mucho sentimiento y con un barrio volcado que no la dejo ni un solo minuto en todo el recorrido, la niña del Tardon fue repartiendo salud a toda una ciudad que a pesar de algunos comentarios como el del que pensaba que no tenía tirón , Sevilla se echó a la calle.

 A la vuelta vivimos momentos de grandeza por parte de unos costaleros que sabían que ella les había elegidos a ellos para demostrar  a la ciudad como anda un palio trianero. La vuelta al barrio fue apoteósica . Triana se vistió de día grande, y desde el puente hasta entrar fue un río de personas, en pureza se vivió uno de los momentos cumbres de la extraordinaria, Salud y Esperanza, Esperanza y Salud, lo que todos queremos, lo que Triana supo unir esa noche de otoño, ese momento sublime que para siempre quedará en la memoria de todos los que presenciaron  esa estampa sacada de los sueños de un cofrade.

  La Virgen con retraso, aunque un servidor prefiere decir que no tenía ganas de separarse de su gente y seguir repartiendo salud a todo el que le rezaba, llego a su plaza. A oscuras, sólo ella iluminaba el lugar, una blancura y una cara de felicidad que solo las personas del barrio sabían ver, y que las personas de ese bendito barrio habían visto más veces, no así tantas personas que en esta extraordinaria han descubierto a esta dolorosa, por el mero hecho de un lunes santo ver el misterio y darse media vuelta en busca de otra hermandad, cosa que desde estas líneas condeno y critico.

  En la espera de que llegara en palio a la plaza para terminar una excelente coronación, tuve la suerte de hablar con una mujer mayor del barrio, la cual me contaba que había ido detrás todo lo que sus piernas de 81 años la dejaban. Le pregunté como había pasado todas esas horas que cansarían al más veinteañero, mi virgen me respondió. Algunos vienen


como seguir hablando con esa mujer, le pregunte como había visto todo esto de la coronación, y me respondió con la ilusión de una madre, mi niña se ha hecho mayor. Por estas cosas un servidor esta tan loco por este mundo que nos regala momentos como este. Sea por siempre, Salud para su barrio, Salud para Sevilla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario