miércoles, 18 de octubre de 2017

Se está perdiendo la sevillania (parte 1)

Hoy te miro a los ojos, eso que ya se ha perdido, esa mirada fija, profunda y llena de amor. Te miro frente a frente para decirte todo lo que llevo dentro, Sevilla de mis amores ¿Qué te pasa? Estás perdiendo el color especial, el aire diferente, el arte, el desparpajo, tu esencia. Desde fuera sé que no lo notan, pero tu gente siente un vacío demasiado importante. ¿En qué hemos convertido la feria?

Permitirme que les hable de mi experiencia personal, diferente seguro a la de cualquiera de ustedes o quizás más parecida de la que yo mismo creo. Esta feria para mi ha sido muy diferente al resto de años, ya no solamente por los días sino por las diferentes vivencias y sobre todo con tanta gente diferente. Miren, esta feria la he pasado con mis amigos de aquí de toda la vida, con amigos de fuera de Sevilla y con nuevas amistades tanto de aquí como de fuera que espero perduren. Las horas pasaban con ellos dando vueltas por el real y ya notaba que no era lo de siempre, algo me faltaba como que había algo en el ambiente que no terminaba de cuajar. Sinceramente no eche mucha cuenta, la feria me la tome para divertirme, echar un buen rato con mi gente y disfrutar de una tradición tan bonita como nuestra. Pero llegó ese momento que me di cuenta de que fallaba y fue gracias a estos amigos, de Granada concretamente. Desde que me los presentaron ya me pusieron muy alto el listón con comentarios como: éste es el que sabe bien de la feria y como disfrutarla, las casetas, los bailes de sevillanas y todo. Sinceramente no me creo tan conocedor como decían, pero si que había vivido más la feria que ellos y eso me daba ese punto de guía. Me puse manos a la obra, pensando en mis recuerdos por dónde ir para tomarnos nuestra buena cena con sevillanas y enseñarles a bailar y disfrutar ese cante tan nuestro que tanto define a Sevilla, a mi Sevilla, la seductora, la del desparpajo, la de agarrarse bien a la cintura y mirar a los ojos en cada paso, la del taconeo con arte y los cruces llenos de intenciones, sevillania por los cuatro costados. Cual fue mi sorpresa que esa no es la feria que encontré, casetas que mas bien parecían discotecas ambulantes con DJs poniendo los temas que están a la moda: ya no queremos cruzar la bahia, preferimos que nos lleven en la bicicleta, ya no nos preocupamos por mirarla cara a cara porque se prefiere arrimarse con el reggaeton lento, Sevilla perdió su color especial y la usamos como un puro chantaje, deberiamos pedirle el perdon antes de que duela más el corazón porque Sevilla ya no huele a feria porque, despacito, se formó la gozadera. Se perdieron los papeles, la sevillania nuestra, solamente quedan resquicios de nuestra música y letra cuando Sevilla deberia ser una fiesta de sevillanas para bailar por las casetas. Me sentí defraudado, decepcionado, andar por el real y ver como todo parecía una macro fiesta de cualquier lugar menos de Sevilla. Aquí que siempre hemos cuidado lo nuestro con mimo y esmero es una pena que se esté perdiendo. Despierta Sevilla, despertad sevillanos convertid las casetas en un mar de manos, sonando y bailando al son mas sevillano, demostrar al mundo nuestro arte en el tablao y como el mismo albero es el mejor escenario para coger a tu mujer y conquistarla de nuevo con el baile de nuestra tierra que es tan antiguo y tan nuestro que no podemos dejar que se pierda en la semana del flamenco, de nuestra feria de Abril que tanto queremos.

lunes, 16 de octubre de 2017

Salud por Sevilla






  Era un sábado caluroso, recordaba más a un Lunes Santo que a una tarde otoñal de Octubre. En el Barrio León se sentía que algo extraordinaria iba a suceder.  La calle engalanada, las vecinas no fallarían, sus hijos la llevarían por el cielo de Sevilla para hacer a la princesa del Barrio León reina de Sevilla.

  A la ida vivimos momentos mágicos , nos hicieron sentir como una tarde de domingo en la calle San Jacinto, un Miércoles en Adriano, un Viernes  en el Real de Caballería, un Lunes en la calle Dos de Mayo. Con andares finos, con mucho sentimiento y con un barrio volcado que no la dejo ni un solo minuto en todo el recorrido, la niña del Tardon fue repartiendo salud a toda una ciudad que a pesar de algunos comentarios como el del que pensaba que no tenía tirón , Sevilla se echó a la calle.

 A la vuelta vivimos momentos de grandeza por parte de unos costaleros que sabían que ella les había elegidos a ellos para demostrar  a la ciudad como anda un palio trianero. La vuelta al barrio fue apoteósica . Triana se vistió de día grande, y desde el puente hasta entrar fue un río de personas, en pureza se vivió uno de los momentos cumbres de la extraordinaria, Salud y Esperanza, Esperanza y Salud, lo que todos queremos, lo que Triana supo unir esa noche de otoño, ese momento sublime que para siempre quedará en la memoria de todos los que presenciaron  esa estampa sacada de los sueños de un cofrade.

  La Virgen con retraso, aunque un servidor prefiere decir que no tenía ganas de separarse de su gente y seguir repartiendo salud a todo el que le rezaba, llego a su plaza. A oscuras, sólo ella iluminaba el lugar, una blancura y una cara de felicidad que solo las personas del barrio sabían ver, y que las personas de ese bendito barrio habían visto más veces, no así tantas personas que en esta extraordinaria han descubierto a esta dolorosa, por el mero hecho de un lunes santo ver el misterio y darse media vuelta en busca de otra hermandad, cosa que desde estas líneas condeno y critico.

  En la espera de que llegara en palio a la plaza para terminar una excelente coronación, tuve la suerte de hablar con una mujer mayor del barrio, la cual me contaba que había ido detrás todo lo que sus piernas de 81 años la dejaban. Le pregunté como había pasado todas esas horas que cansarían al más veinteañero, mi virgen me respondió. Algunos vienen


como seguir hablando con esa mujer, le pregunte como había visto todo esto de la coronación, y me respondió con la ilusión de una madre, mi niña se ha hecho mayor. Por estas cosas un servidor esta tan loco por este mundo que nos regala momentos como este. Sea por siempre, Salud para su barrio, Salud para Sevilla.