miércoles, 5 de abril de 2017

Y al tercer día

Perdona que me emocione, pero son las últimas líneas. Perdona que quiera ir despacio, pero no quiero que se acabe. Perdona Aurora perdona, mis lagrimas al ver tu palio de vuelta, pero sé que el verte andar por Sevilla es el final, final de un nuevo comienzo, de un calendario que volverá a restar los días hasta que de nuevo, llegue el Domingo a Sevilla de palmas y rezos. Perdona madre que casi no pueda verte entrar, que la marcha Amarguras no llegue a su final, dejarla fuera costaleros que pueda verla un ratito más. Aurora, luz que al alba llega, que indica un nuevo día. Aurora que sales con tu luz para iluminar Sevilla, que llora la muerte de tu hijo que ya resucitó en Santa Marina y vienes con tu aire de alegría predicando la buena noticia: Cristo vive, ha resucitado.

Cristo está vivo, ha resucitado y nuestras almas están más tranquilas porque está a nuestro lado y quedaron llenos de fe los corazones aterrados pensando que se había ido el pastor del rebaño, pero no se ha ido nunca, siempre sigue con nosotros y aquí en Sevilla sigue su sepulcro vacío y entre los callejones de San Luis aparece el que ha revivido. Resucitó al tercer día, después de tres las negaciones y también tres las caídas, después de tres los clavos y también tres Marías, después que justo a las tres fuera la hora que salió la Borriquita, no había más opciones, tenía que resucitar al tercer día y lo hizo en Santa Marina.

Y ahora te toca a ti Sevilla resucitar al tercer día, te toca sevillano despertar del sueño, la espera se está consumando y todo empieza de nuevo, los nervios se van apoderando de estos últimos momentos que te escribo ciudad de mis sueños, resucita Sevilla resucita, estamos a Jueves de pasión y en tres días como Cristo resucitó, resucitaremos en un nuevo Domingo de Ramos.

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