jueves, 23 de marzo de 2017

Sólo le falta hablar

Aún en el recuerdo, mantengo guardada esa frase que dijo en una entrevista el Hermano Mayor: cada tarde de Viernes Santo, todos somos Dimas ante su mirada. Porque el Señor de la Conversión desde su cruz nos mira y perdona. Padre no soy digno de ti, pero tu siempre me abres las puertas del paraíso. Aun estando en la cruz, agotado después de todo lo que has pasado, sacas aliento para perdonar una vez más los pecados del que está a tu lado y reconoce en ti, tu grandeza. Mirando tu rostro Señor, parece que en cualquier momento, lanzarás de tus labios una palabra de aliento, solo te falta hablar.

Montserrat, que decir de ti madre, desde lejanas tierras nos llega tu devoción, con ese palio que quita el sentio, con esa cresteria de plata que coronan tus bambalinas que sobresalen de los varales haciendo aun mas grande la morada que te ilumina, que te saca a la calle y te guia por Sevilla. Madre del Viernes Santo, que honor ver esa carita, de virgen niña y bella que deja siempre un recuerdo para guardar bien adentro y que perdura para siempre.

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