martes, 7 de marzo de 2017

En la Plaza del Museo

Se retuerce la noche del Lunes Santo en un esfuerzo por coger un poco de aire. Un Cristo mira al cielo buscando al padre intenta escapar de la Cruz.

  Es noche cerrada en la plaza del Museo, y un cortejo de nazarenos viene acompañando a Jesús expirante por la calle Alfonso XII. La calle es oscura, y la imponente talla de Marcos Cabrera sólo se ilumina con los faroles el silencio y el recogimiento es absoluto, suena la Saeta queriendo darle vida a ese Cristo que está apunto de perderla.

  Y viene María, con un velo monjil donado con fé por esas novias hermanas que ante ella, juraron amor eterno, y como dijo el Pregonero Francis Segura, que corta se hace la calle, la calle de Alfonso XII, cuando pasa ella no hay nada más, todo es belleza y bondad en la mirada de una madre que ve cómo su Cristo expirante se retuerce en la cruz expirando por Sevilla.

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