jueves, 16 de febrero de 2017

Eucaristía sevillana

Domingo de Ramos, nazarenos blancos con palmas vienen de los terceros. Una Virgen mozita va bajo palio, con mejillas sonrojadas, un dulce alelí, que perruna el Domingo de Ramos y toda Sevilla andando con elegancia con los sones de la marcha.

  Sobre el monte, un Cristo va pensativo, humilde y paciente, que espera lo que ha de llegar. Su espalda hace que se nos recorra un repeluco por todo el cuerpo.

  En la Santa Cena, pasa, que cuando lo vemos, todos repetimos las mismas palabras, " tomad y comer todos de el..." y " tomad y beber todos de el..."  Sevilla se lleva de eucaristía, viendo a un Cristo que se entrega en cuerpo y sangre para redimir el pecado del hombre.

  Recuerdo una vuelta del misterio en Laraña-Orfila, soñaba Cigarreras, mandaban la familia Palacio, el patero se empezaba a llamar para enfilar la calle, pero muy despacito, con mucho mimo, tan despacio que duró cuatro marchas. Los costero sufrían, Faly animaba desde fuera, encaró Orfila y avanzó como si se acabará de levantar. Una muestra del buen hacer de esta hermandad, que nos pone en la calle un banquete de gala en un marco incomparable, Sevilla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario