domingo, 19 de febrero de 2017

El misterio trinitario

Cuando la Trinidad comienza la vuelta, con el trabajo ya hecho y la sonrisa tras los antifaces, se realzan los valores que en la cruz de su túnica aparece reflejada. La cruz trinitaria, la de la escuela salesiana que acoge en su basílica de María Auxiliadora a esta cofradía de Sábado Santo.

Esa cruz trinitaria que se hace más presente que nunca en el primero de los pasos, el Decreto, en la cual aparece la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres formas, un mismo Dios, el gran misterio de nuestra fe, que también aparece representada en este imponente misterio alegórico el cual hace reflexionar sobre el verdadero misterio de la Trinidad.

En el segundo de los pasos, Cristo está a punto de ser descendido de la cruz, Señor de las Cinco Llagas, cinco llagas que representan la muerte de Cristo, manos, pies y costado, Sevilla sueña con ser tu Nicodemo Señor y poder acercarse a tus manos para ayudar a bajarte de la cruz mientras desea tu resurrección.

Bajo palio viene Ella, nexo de union entre los dos primeros pasos, la Esperanza, el culmen del sentimiento trinitario, la belleza de un palio con largas caídas en las bambalinas que ampara tu imagen, Ella es el resumen, delante Cristo muerto soñando con la Esperanza de la resurrección para estar sentado a la derecha del Padre como vemos en el Decreto.

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