miércoles, 30 de noviembre de 2016

Mi primer paso por la Catedral bajo el palo

Ya se terminó la avenida de la Constitución, con lo larga que se hace al principio, y lo corta que se hace cuando llegas a la Puerta de San Miguel, con el paso arriao, descansamos tras un buen trecho de chicotá, aunque este descanso no dura mucho pues tenemos que seguir, como Jesús hacia el Monte Calvario con la madera sobre sus hombros.

El capataz con voz firme, manda andar de frente y al poco tiempo, la izquierda adelante y la derecha atrás muy poco a poco, durante la revirá se pueden escuchar el vaivén de los varales como si de la maquinaria de un reloj bien engrasado se tratase, mientras, bajo la madera, un costal y bajo éste, yo, un joven con un cometido y un sueño, llevar a la Virgen de su barrio desde pequeño, el Plantinar, hasta la mismísima Catedral de Sevilla, cometido que está apunto de lograr y sueño que está realizando desde su primer ensayo.

Durante esta larga chicotá, me da tiempo a pensar todo lo vivido junto a Ella, como he ido creciendo y conmigo mi barrio y mi hermandad, aunque, por mucho que estás cosas crezcan, no me olvidaré como paseaba por las calles de su barrio, pues para mi eso nunca cambiará.

Terminó la revirá, ¡venga de frente! se escucha por delante con la voz del capataz y por detrás de la del contraguía, con paso firme la cuadrilla avanza poco a poco hasta llegar al umbral de la puerta, el himno suena y la Virgen ya está dentro, en ese instante, y como si de una bienvenida del Espíritu Santo se tratase, una ráfaga de viento nos refresca, aliviándonos el calor, suena por megafonía el nombre de nuestra titular y su respectivo pasaje del evangelio.

A paso abierto  y reposado fuimos avanzando por la Catedral recogidos en un ambiente de oración y paz, y se produjo el momento, ese momento que marcaría esa jornada de Sábado Santo, la emoción de la salida y el cansancio del recorrido y el conocimiento de que aún quedaba la mitad, quedarían atrás enalteciendo ese preciso momento, momento de oración, momento de dar gracias por la oportunidad recibida, momento de pedir fuerzas para que las piernas no se doblen, momento de reflexión…

Cuando me quise dar cuenta,  ya se veía de nuevo la luz del día, y estábamos a punto de salir, no me podía creer que todo hubiera pasado tan rápido, la calma se vio disuelta por el ruido del gentío a las afueras de la Catedral, sonó el martillo y se arrió de nuevo el paso, como si no quisiéramos irnos de ese bendito lugar, llamó tres veces al martillo el capataz advirtiéndonos de que íbamos a salir ya… ¡A esta es¡ Metimos riñones, cayó el martillo y subimos nosotros, con el venga de frente, avanzamos hasta el dintel de la Puerta de Palos mientras sonaba el himno.

Atrás quedó el  momento de recogimiento vivido, sabiendo que no fue ni será el único, sabiendo que no se irá jamás de mi corazón, sabiendo que volveré otro año más, llenito de pasión…

Escrito por JOSÉ MARIA HURTADO

Regreso de Triana a su capilla

En la tarde del Lunes, la hermandad de la Esperanza de Triana realizó el regreso a su capilla de la calle Pureza. Tras la decisión tomada por la junta de gobierno de aplazar un día el traslado a las 19:30 se abrían las puertas de Santa Ana. El traslado, muy solemne, recorrió las calles aledañas a la zona para recogerse sobre las 21:30. Al igual que en la ida el silencio, el fervor y el respeto fue la tónica dominante.

martes, 29 de noviembre de 2016

Cuando Ella se giró a mirarme

¿Quién es? La hermandad de la Vera Cruz, que vuelve a su templo.
Y el portón, antes de metal pesado y verde crucero, ahora de madera noble, se abría de par en par. Y con la cruz de cada uno, siguiéndole, los penitentes avanzaban y el claqueteo de las cruces que vuelven a descansar tras, a los hombros de cada uno de los penitentes, haber cumplido con su cometido.
Pero yo nada de esto lo viví.
Y las primeras llamas llegaron al portal verde, solo veinticuatro, numero añejo de esos caballeros que una vez rigieron la ciudad. Caballeros que escoltan cada año al Señor del Tiempo.
Pero yo nada de esto vi.
Y las saetas, y el Señor enterrado entre lirios, y el silencio sepulcral, y la llamada corta, los cuerpos a tierra y la mecía muy suave. Solo los cuatro hachones, y esos dos candelabros que los angeles aguantan en sus manos, para mostrarle al pueblo que la salvación está en la Vera Cruz. Y tras ello atestiguando, tantas almas reunidas, de tantos lugares distintos, con la misma devoción vestida de distintos colores.
Pero yo nada de esto sentí
Y la cera volvió a llenar la calle, al cuadril, sin mirar hacia atrás, y un rio de fuego llena poco a poco el pequeño patio interior de capilla, mientras los altos capirotes de ruan se van perdiendo entre las sombras de esa pequeña capilla a oscuras, mientras la razón de nuestra devoción, escoltada de cuatro faroles, recibe las últimas muestras de fe.
Pero yo esa fe no pude contemplar
Pero si pude contemplar, andando siempre tras su manto, con una pértiga en la mano, y ordenando a esos jóvenes que están en ese punto en el que son tan mayores, y a la vez aun tan pequeños, y a esos mayores que su fe sigue siendo tan joven como siempre, como ella avanzaba con su paso firme, desbordando esa dulzura de un corazón roto y una tristeza irremediable.
Pude sentir ese hormigueo en la nuca cuando, tras quedar encajada en la puerta, de cara a la capilla, quedaba solamente ese cortejo que muchas veces pasa desapercibido, el del preste, esperando a las puertas, esperando a que su Madre hiciese lo que tuviese que hacer, acompañándola hasta el final.
Pude ver como ella, despacio y sin prisas, giraba hacia el pueblo en el pequeño patio que antecede a la capilla, donde todos los hermanos, aun cubiertos, esperan ansiosos para reencontrarse con ella.
Y pude vivir un momento en el que, al mirarnos, me sentí solo ante ella, sentí como todo en mi se removía de tal manera, que me quedé petrificado por un momento, contemplándola a toda ella, su hermosura, su humildad, su dulzura. Toda ella me traspasó por un momento, sintiendo que ella siempre tendría esa mirada encima de mí.
Todo esto sentí un Lunes Santo, cuando todo terminaba en la calle Jesús de la Vera+Cruz y Ella se giró a mirarme.
Francisco Javier de Vicente Cotán




sábado, 26 de noviembre de 2016

Tiempo de Adviento

Mañana comienza el período de Adviento, tiempo de espera y esperanza. María, la Madre de Dios, está a punto de dar a luz al Mesías, el Salvador y no cabe en ella más que alegría.

En nuestra Sevilla, la Esperanza no falta, nos sobra. Esperanza que encontramos cruzando el puente en Triana bien en Pureza, bien en Castilla, frente al arco en la Macarena, auxiliada en la Trinidad, con Gracia en San Roque o vestida de Sol en el Plantinar. La Esperanza pasea por Sevilla repartiendo su advocación y derrochando esa alegría de llevar al Hijo de Dios en su vientre.

Todos nosotros al encontrarnos frente a Ellas debemos de sentir esa misma alegría, María fue el primer sagrario, la primera en darle cobijo a Jesús, en este tiempo de Adviento ¿Por qué no sentirnos como Ella y sentir la alegría de llevar a Jesús dentro de nosotros? Ser fuentes de la esperanza más plena y trasmitirla a todos, que no falte nunca la Esperanza.

Triana navegó a Santa Ana

Como un reloj suizo, a las 18:30 se ponia en la calle el cortejo de la Hermandad. Como si del Señor se tratara, el silencio se apoderó de pureza. El Santísimo Cristo de las Tres Caídas avanzaba entre un mar de cabezas y tras Él, la reina de Triana con manto negro, seguía los pasos de su hijo hacia la Catedral del barrio trianero.
Triana conocía por su derroche de fervor y su manera de vivir la pasión, guardaba un silencio sepulcral. No había ni vivas, ni guapas esta vez, todo era recogimiento y rezo.
Uno de los momentos cumbres fue dentro de Santa Ana, cuando se le cantó a los titulares. Al Santísimo Cristo de las Tres Caídas se le canto su padre nuestro y a la Esperanza de Triana, su salve marinera.

viernes, 25 de noviembre de 2016

Agenda para el fin de semana en Sevilla

En la jornada del Sábado 26 de Noviembre a las 12:00 se llevará a cabo el traslado de la Pura y Limpia al Convento de la Encarnación para la celebración de sus cultos con el siguiente itinerario:

Itinerario: Salida de la capilla del Postigo, Tomás de Ybarra, Adolfo Rodriguez Jurado, Santo Tomás, Plaza del Triunfo y Plaza Virgen de los Reyes

El Domingo día 26 estará en besamanos la Virgen de la Caridad de la hermandad del Baratillo en su capilla de la calle Adriano en horario de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00. Además la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora del Sol dará un concierto a las 13:00.

En la Parroquia de Santa María Magdalena estará en besamanos Nuestra Señora de la Presentación de la hermandad del Calvario en horario de 10:30 a 21:00.

En el barrio de Triana, los titulares de la hermandad de la Esperanza de Triana, el Santísimo Cristo de las Tres Caídas y Nuestra Señora de la Esperanza, regresaran a su capilla de la calle Pureza con el siguiente recorrido:

Salida 11:00 horas, Vázquez de Leca, Pelay Correa, Santísimo Cristo de las Tres Caídas, Rodrigo de Triana, San Jacinto, Plaza del Altozano, Pureza y Entrada.

También durante la mañana tendra lugar la salida procesional de la Virgen de la Medalla Milagrosa por las calles de Ciudad Jardín con el siguiente itinerario:

Salida 11:00 horas, Avda. de la Ciudad Jardín, Francisco Buendía, José Alexandre, Francisco de Alfaro, Doña María de Molina, Cardenal Rodrigo de Castro, Simón de Pineda, Alonso Cano, Roque Hernández, Andrés de Ocampo, Antonio de Nebrija, Almotamid, Manuel Machado, Alfonso XI, Varela de Salamanca, Alonso Cano, Doña María de Molina, Cardenal Rodrigo de Castro, Avda. de la Ciudad Jardín y Entrada.

El acompañamiento musical correrá a cargo de la Banda de Música de la Cruz Roja.

jueves, 24 de noviembre de 2016

A tí cofrade

Este texto va por tí, cofrade. Cofrade que espera impaciente. Cofrade que hueles a incienso todo el año. A tí que vives en un Domingo de Ramos diario.

Va por ese nazareno de cirio, el de tramo, el de toda la vida que saca su papeleta y completa su estación de penitencia por él y los suyos, el que lleva el rosario de la muñeca colgando y misterio a misterio se consume como la vela de su cirio.

Va por ti costalero, que sobre tí llevas el peso de Dios y su Madre, los pies de nuestras devociones que llevais con cariño y amor a los que ya por desgracia no pueden ir a verlas en sus iglesias y las levantais al cielo para que los que están ahí arriba también la sientan muy cerca.

Va por tí acólito que alumbras o inciensas el camino, por tí que tienes el privilegio de ser la antesala de la gloria, por tí que te pones al servicio de Dios y le marcas el camino, por tí que aguantas el peso del cirial sin rendirte por muchas horas que sean para anunciar la llegada del paso.

También va por ti aguaor que alivias la sed de cada hermano, por ti cerero que das forma a la cera para alumbrar el buen sendero, va por ti capataz que conduces a los costaleros, por tí músico que pones melodía a los misterios de nuestra fe. Va por tí florista que pones el color y el olor, por tí prioste que trabajas para montar cada parte del paso, por tí camarera que preparas a Cristo y a la Virgen para que estén mejor que nunca.

Y va por tí, cofrade de a pie, que buscas y esperas una cofradia para arroparla y rezar en cualquier punto del recorrido, va por tí que das vida a nuestra a Semana Santa para que nunca se apague la llama de la fe, va por tí que vas a tu hermandad a servir, a ayudar para que todo sea posible, gracias a tí tenemos Semana Santa.

Tradición del Cristo del Cachorro (Parte III)

  Cayó enfermo Ruiz Gijón de tanto trabajar y de tan poco comer y casi no dormir. Le ardían las manos de la fiebre, pero aunque sus deudos intentaban retenerlo en la cama, él se levantaba para dibujar y modelar.  Cierta noche en la que la fiebre lo tenía amodorrado, se despertó de repente, se incorporó con trabajo en el camastro y buscando a tientas las botas y la capa se dispuso a salir. Ni siquiera se había vestido,sino que  por entre la capa se le veía blanca y empapada en sudor la camisa. Intentaron sujetarle sus familiares, pero él se desasió de ellos gritando:
 - Dejadme, ahora es cuando se que voy a copiar la verdadera cara de agonía que necesito para el Cristo de la Expiración.
  Y rechazando a su mujer y su hija que llorando querían impedirle la salida, requirió un rollo de papeles y un puñado de carboncillos, abrió la puerta y se perdió en la negrura de la calle. Parecía como si lo fueran guiando, aunque el no sabía hacia donde se encaminaba. Tenía Ruiz Gijón su taller por el barrio de la Merced, cerca de la Puerta Real. Siguió por la calle de las Armas hacia un postigo, que por las noches permanecía abierto, y salió fuera de las murallas cruzando el puente de barcas que unía Sevilla y Triana. Al llegar al Altozano, quedó un momento como dudado hacia donde dirigirse, pero la inconsciencia de la fiebre de la que estaba poseído, le hizo encaminar sus pasos hacia el lugar donde otras veces ya había estado, que era la capilla del Patrocinio. Llegado ante la puerta quedó un momento como extasiado, imaginando que en el interior estaría alguna vez el Cristo que él iba a labrar. A través de la puerta cerrada su alucinación de enfermo hacia prever visible altar con la imagen de Cristo, y lleno de una loca alegría desenrolló el papel y empuñando el carbón intentó copiar lo que sólo en su imaginación estaba viendo. Pero al comenzar hacerlo recobró la lucidez y se dio cuenta de que estaba ante una puerta cerrada de no sabia que sitio, porque no se había enterado cuándo ni como ni por qué calles había llegado hasta allí.

  << Indudablemente estoy volviéndome loco >>, pensó con terror. Y desalentado se dejó caer, más que sentado, derribado en el escalón del pórtico de la iglesia.
  De repente oyó gritos a lo lejos, gritos terribles de mujeres que taladraban el aire de la noche como cuchillos. Una algarabía de gritos femeninos, estridentes y prolongados, luego vio moverse luces y oyó el galope de un caballo. Y ante él pasó cómo volando un jinete que ondeaba a la espalda de los vuelos amplios de una capa de seda. Se levantó Ruiz Gijón y echó a andar hacia el lugar donde partían los gritos y se movían las luces. Era un grupo de chozas en que moraban los gitanos. Se acercó pensando en que había ocurrido allí alguna tremenda desgracia y su caritativo natural le  empujaba a socorrer, si era posible, a quien lo necesitase.
   A media que se acercaba, precisaba más a la luz de los candiles, el grupo de mujeres que gritaban y se retorcían las manos con vivo dolor, desmelladas y a medio vestir, como de  haber salido de sus chozas arrancadas del descanso. Ya cerca, vio la causa de aquellos gritos. En el suelo había un hombre retorciéndose en los últimos espasmos de la agonía.
  Parecía querer decir algo, acaso el nombre de su matador, y alzando con la cabeza dejaba escapar con trabajo los estertores de una respiración que se acababa. Aquel hombre era el Cachorro, el gitano que había cumplido su cita con el destino, pagando con la vida sus secretos amores. Se le veía atravesado de pecho a espalda por una daga deriva empuñadura que su matador le habia dejado hincada junto al corazón.
  Ruiz Gijón, viendo este espectáculo alucinante, olvidose del hombre compasivo que llevaba dentro y se sintió salvajemente, gloriosamente artista y nada más que artista, y mientras las mujeres intentaban devolverle la vida al moribundo arrancándole del pecho el puñas, Ruiz Gijón con un trozo de carboncillo iba dibujándo sobre el papel, a la amarilla luz de los candiles, la cara de agonía del gitano. Después enrolló su boceto y abandonando el grupo trágico donde ya el muerto era levantado en brazos por algunos gitanos que iban llegando, emprendió el regreso paso a paso hacia el Puente de Triana, lo cruzó, pasó el Postigo del Arenal, entró en su cada y se dejó caer en la cama sintiéndo sobre si ahora todo junto, el cansancio de tantos meses de fatigosa labor. En pocos días Ruiz Gijón trasladó a la madera con la gubia el boceto que había hecho aquella noche. Consiguió que la imagen tuviera verdaderamente la más exacta expresión de la agonía.
  Y cuando aquel año salió por primera vez en procesión a la calle el Viernes Santo, la nueva imagen de la Hermandad del Patrocinio, el vecindario de Triana al ver en la cruz el Cristo de la Expiración, comenzó a prorrumpir en gritos de administración y de sorpresa
  - ¡Mirad, si es el Cachorro! ¡Si es el Cachorro!
  Y en efecto, era el Cachorro, el gitano taciturno, cantaor y enamorado, que mataron por amores una noche en La Cava de Triana y que el soplo del genio del gran artista Ruiz Gijón había convertido en la figura del más hermoso y dramático de los Crists Crucificados que forman el tesoro escultural de la Semana Santa sevillana: el Cristo del Cachorro

Fuente: Mena, J. (1968). Las leyendas y tradiciones de Sevilla.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Tradición del Cristo del Cachorro (Parte II)

Aprobadas las reglas de la nueva Hermandad de la Expiración, fue necesario dotarla de sus imágenes titulares y el Cabildo de cofrades acordó concretar con algún artista de renombre la construcción de una escultura que representase al Señor expirando. Y como en aquellos tiempos alcanzaban la palma y llevaba la gala de ser el más diestro escultor de Sevilla Francisco Ruiz Gijón, se le confió a este insigne artífice el trabajo de labrar dicha imagen.  No conseguía Ruiz Gijón imaginar una nueva figura de Crucificado que pudiera destacar entre las muchas y muy buenas que ya existían en Sevilla hechas por ilustres predecesores en el arte de la gubia, como Juan de Mesa y como Martínez Montañés.
  Durante varios meses realizó cientos de bocetos, tanto dibujándolos a carbón sobre papel, como sacándolo modelados de barro; pero siempre los rompía antes de terminarlos porque ninguno llegaba a satisfacerle. Obsesionado por su falta de inspiración, abandonó cualquier otro trabajo, olvidó de comer y enflaqueció a ojos vistas, sin salir día ni noche de su taller donde pena interrumpía el trabajo cuando rendido por el sueño caía agotado sobre un camastro y aún durmiendo, seguía su cerebro imaginando nuevas figuras de Cristo en las que encontraba la perfección que él deseaba. Porque Ruiz Gijón lo que quería reproducir era, más que un Cristo agonizando, la agonía misma por antonomasia.

No debían este equivocadas por completo las voces susurrantes que maliciaban que el Cachorro tenía amores al otro lado del Puente de Triana, porque con frecuencia se le veía desaparecer de La Cava y regresar al cabo de varios días, pero nunca se supo dónde iba. Y como los gitanos se dividían en dos clases, los gitanos caseros y los gitanos andarríos, los que tenían casa, o sea, los que vivían en chozas en La Cava, averiguaron de sus hermanos los nómadas, que andan en carretera y que ponen una manta o una lona formando techo al amparo  del tronco de cualquier olivo en sus correrías, que el Cachorro nunca había sido visto por los caminos reales, por los cortijos ni por la ferias de los pueblos. No podía dudarse ue cuando faltaba de La Cava permanecía oculto en algún de Sevilla, y se le veía tan ensimismado cuanto puede estarlo quien vive enfermo de amores difíciles o secretos.
  Cierto día apareció por La Cava un hidalgo cuya figura, desusada por aquellos parajes, llamó la atención de quienes frecuentaban las tabernas del barrio. Resultaba en verdad un contraste demasiado extraño el ver al caballero vestido con jubon de terciopelo negro, cuello a la valona y rica y bien guarnecida capa de seda, en aquellos tabernuchos improvisados en una choza con honores de barraca, donde las moscas negreaban sobre la tabla que servía de mostrador y donde el vino, de tanto airearse en el barreño al meter y sacar los vasos de estaño, daba un olor espeso y acre a la atmósfera. El recién llegado bebió en más de uno de los míseros tabernuchos el vino o la copa de aguardiente, disimulando difícilmente la repugnancia que sentía de acercarse a los labios el vaso donde antes de él habían bebido otros clientes sin que el tabernero se tomase la molestia de enjuagarlo. El hidalgo pregunto en toda partes si conocían a un gitano llamado el Cachorro y aunque entre la gente de bronce es uso callar o fingir ignorancia, cuando se marchó de Triana llevaba la convicción de haber dado con la pista del gitano que buscaba.

Fuente: Mena, J. (1968). Las leyendas y tradiciones de Sevilla.

Buscando Misericordia

Se ha clausurado el año de la misericordia y ahora es el momento de reflexionar y pensar si ha dado sus frutos.

Poco protaginismo quizás para los titulares de nuestras hermandades en los cuales su adovocacion es Misericordia. Sí, hemos tenido besamanos o besapies con dicho motivo y muchos han presidido el altar de sus respectivas parroquias a lo largo del año cierto, pero quizas no es suficiente. Ojo tampoco digo que sea necesaria una procesion extraordinaria como muchos pensaran. Simplemente creo que en este año en el que la intencion era acercar la misericordia de Dios para entenderla y aplicarla a nuestras vidas era el momento de acercar mas estas advocaciones al devoto. Tener la oportunidad de encontar la advocación de Misericordia en el rostro de la Imagen.

La Misericordia va camino del Calvario desde San Vicente, en silencio, sacando las fuerzas de donde parece que no hay cargando el madero.

La Misericordia esta crucificada en Santa Cruz, donde con las fuerzas ya muy debiles pide ayuda al Padre, lleno de misericordia para que alivie el sufrimiento de estar clavado en el madero por amor.

La Misericordia es recogida por la madre que llora sin consuelo alguno, Piedad de una madre que recoge el cuerpo de su hijo con aires toreros de Arenal sevillano.

La Misericordia esta en el rosotro de la Madre de Molviedro llena de Dolores y Misericordia que ve como despojan a su hijo y eleva la mirada suplicando al Padre la misericordia que trasmite en su limpia mirada.

Y la Misericordia está alumbrada de Sol, Varón de Dolores que abraza la cruz y redime al mundo de nuestros pecados por amor a nosotros, mano al corazón que entrega sin esperar nada y una mirada que penetra hasta lo más profundo para regalarnos esa misericordia plena.

martes, 22 de noviembre de 2016

Al son de la banda

Es dificil entender nuestra semana santa sin sus inumerables contrastes, uno de ellos es el acompañamiento musical. La banda, ese colectivo que con sus sones endulzan nuestros oidos haciendo de cada chicotá un momento único. Los musicos que ponen su ilusion, sus fuerzas y su trabajo en que cada cofrade entre en una armonia que sintoniza con el compas de las bambalinas de un paso de palio.

Esa vida que proporciona una marcha mientras el misterio se mueve a su son y compas para deleite de todos, sin música no somos capaces de entender, de comprender que sucede, la musica, los sones crean la atmosfera que llega a lo mas profundo y que hace acercarse un poco mas a Dios y a su bendita Madre. El son de una buena marcha que hace estremecer cada parte del cuerpo y que no perdamos la atencion.

Todos tenemos esa marcha favorita, esa chicotá en el recuerdo por como sonaba, ese solo que llego a poner los pelos de punta mientras el paso muy despacito avanzaba o aguantaba, ese momento en el que rompe y el jubilo florece y como todo cobra sentido.

Hoy, día de Santa Cecilia felicitamos la labor de las bandas, de cada componente que son sus sones nos deleitan, por su trabajo, su esfuerzo y entrega para que dotar de sentido el significado de la Semana Santa, gracias a sus sones expresan su cariño, su amor a Dios y a Maria. Queremos dar a esos musicos el reconocimiento que merecen por esa gran labor que realizan, por todos esos dias de ensayos que llevan a las espaldas haga frio o calor, por eso y mucho mas gracias .Que suene la música.

lunes, 21 de noviembre de 2016

Tradición del Cristo del Cachorro (Parte I)

En el famoso barrio de Triana al otro lado del Guadalquivir y donde se asientan las industrias cerámicas desde los tiempos más remotos, fue encontrada a finales del siglo XVI una imagen de la Virgen que estaba oculta en el fondo de un pozo, donde probablemente la pusieron los cristianos en el tiempo de la invasión árabe. El vecindario acogió esa dádiva del cielo con alegría y fervor, construyéndose con limosnas de todos los trianeros una pequeña capilla donde rendirle culto. Muy pronto y según costumbres sevillanas, se fundó una hermandad para honrar a la Virgen tan milagrosamente hallada.

A mediados del siglo XVI se constituyó otra hermandad titulada de Nuestra Señora del Patrocinio, advocación que estaba muy en boga por ser una de las predilectas de la devoción del rey Felipe IV. Ambas cofradías se fusionaron en una sola en el año 1689, acordando titular la nueva corporación con el nombre de Hermandad de la Sagrada Expiración de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima del Patrocinio.

Vivía por aquel entonces en La Cava de Triana, donde esparcidas a la orilla del Guadalquivir, sobre la tierra arcillosa de los Tejares estaban las chozas de los gitanos, un hombre de esta raza, todavia joven en la florida edad de los treinta años, en quien se unían las más gallardas prendas de la gitanería andante, de estatura prócer como descendiente de Reyes, flexible de miembros, estrecho de cintura como bailarín y con las manos finas y alargadas, porque según su estirpe, se habría dejado antes morir de hambre que trabajar con ellas. Las manos del gitano, señoriales y finas, llamaban la atención por ser tan distintas de las de los ganapanes que trabajaban de sol a sol sacando tierra a paletadas en los barrancos de La Cava para fabricar los ladrillos, junto a cada hornode alfarería. Llamaban a ese gitano el Cachorro y se le admirada por su habilidad en tañer la guitarra y cantar con quejumbroso quiebros de garganta, los sones dramáticos del canten jondo, todavia entonces impregnados de los últimos temblores de la música morisca recién expulsada de España.

El Cachorro era, aunque cantaor, hombre serio, taciturno, reconcentrado, y cuando participaba en las zambras gitanas o en las juergas de las tabernas, donde se despachaba el vino sacándolo con un cazo de estaño de los barreños colocados junto al mostrador, asumía siempre una actitud distante; como si cantará o bailara para él solo, aunque estuviera rodedo por la atención expectante de la gente, o de los compañerosde fiesta. No se le habían conocido amores, pero todas las gitanas de La Cava suspiraban por él. Algunas voces despechads susurraban que acaso al otro lado del río, en los barrios señoriales de San Vicente o de San Francisco, era donde los pensamientos del Cachorro tenían alguna prisión en que cautivarse.

Fuente: Mena, J. (1968). Las leyendas y tradiciones de Sevilla.

Besamanos de la Amargura

Durante el fin de semana hemos podido presenciar a la Imagen de Nuestra Señora de la Amargura en su besamanos. La Imagen presidia el presbiterio de la parroquia de San Juan de la Palma. Se nos presentaba con saya y tocado dorados al igual que la exuberante corona y el manto en burdeos con bordados dorados. El exorno floral de color blanco destacando un friso a los pies del presbiterio compuesto por claveles, margaritas y nardos principalmente lo que daba un perfume esplendido.

En la capilla sacramental aguardaba el Señor del Silencio en su altar con túnica blanca como de costumbre. También San Juan aguardaba en el lateral de la parroquia justo delante de la entrada a la capilla de sacramental

domingo, 20 de noviembre de 2016

Puente y aparte

Cada vez que cruzo el puente que separa las dos orillas de nuestra ciudad, no puedo evitar mirar las dos torres de las dos Catedrales que tenemos, la Giralda y la Torre de Santa Ana. Empiezo a respirar otro aire, otro ambiente que me absorbe poco a poco y mis pasos casi solos comienzan a andar por Pureza y los recuerdos comienzan a invadir mi cabeza. Conforme me voy acercando a la capilla en la que aguarda la Reina de los marineros no puedo evitar acordarme de esa noche de Viernes en la que navega con rumbo a Sevilla, recuerdo esos sones de arrabal, de cornetas y tambores de una banda que nunca mejor dicho, con esperanza, abre un cortejo soñando con ir alguna noche detras de su Padre caído y poder ayudarle a levantarse. Recuerdo como se asoma ese caballo a la puerta, como poco a poco marcando el camino a Sevilla avanza por la calle, esa explosión de júbilo al escuchar que ya está en la calle el Dios que desde el suelo es capaz de elevar todas las almas trianeras que ponen su fervor en ese rostro moreno que nos mira incitándonos al perdón. Esa cuadrilla valiente que lo mece, siempre al compás de esa banda que suena a gloria y enseña lo que es trianear. Conforme más me acerco a la capilla imagino más un reguero de capirotes verdes que solo pueden significar una cosa, se acerca el momento de verte Madre. Coincide el imaginar como tu paso de palio se mece al son de campanilleros con el momento en el que cruzo la puerta de tu capilla y clavo mis ojos en tu rostro. Y ahora que se pare el mundo ¿Qué te digo yo ahora? Si tu mirada me deja sin palabras. Sólo pienso en la suerte que tenemos de tenerte aquí tan cerca cada día, como tu barrio de Triana con sus rezos y salves intenta curar ese dolor Señora, sólo espero Madre mía que sigas regalándonos cada Madruga de Viernes Santo el sonido de tus bambalinas, el poder encontrarnos con tu mirada, que sigas siendo la Esperanza de tu barrio marinero que siempre te llevarán por bandera allá donde vayan.

viernes, 18 de noviembre de 2016

Agenda para el fin de semana en Sevilla

A lo largo del fin de semana encontraremos los siguientes actos y cultos:

El próximo Sábado 19 de Noviembre

La procesión de la Virgen del Prado desde el Salvador que dará comienzo a las 18:30 y se recogerá a las 22:00 con el siguiente itinerario: Plaza del Salvador, Córdoba, Alcaicería, Alfalfa, Jesús de las Tres Caídas, Cuesta del Rosario, Francos, Chapineros, Álvarez Quintero, Chicarreros, Plaza San Francisco, Sierpes, Sagasta y Plaza del Salvador.

Y a las 18:30 se producirá el traslado de las Imágenes del Santísimo Cristo de las Tres Caídas y Nuestra Señora de la Esperanza de Triana a la Parroquia de Santa Ana para la celebración de los cultos extraordinarios por el 450 aniversario de la fusión.

Durante las jornadas del Sabado 19 y del Domingo 20 de Noviembre tendremos los besamanos de las Imágenes de Nuestra Señora de la Amargura y María Santísima de Gracia y Amparo.

La Imagen de Nuestra Señora de la Amargura en la Parroquia de San Juan de la Palma en horario de 10:30 a 14:00 y de 17:00 a 21:00

Nuestra Señora de Gracia y Amparo de la hermandad de los Javieres en la Parroquia de Omnium Sanctorum en horario de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:30.

En la mañana del Domingo 20 también acontecerá el concierto Madre Cigarrera en los jardines del Cristina (Puerta Jerez) a partir de las 12:00 con las siguientes actuaciones:

Banda Sinfónica Amando Herrero de Algeciras (Cádiz)

Banda de ``Los Coloraos´´ de Daimiel (Ciudad Real)

Agrupación Santa María de la Esperanza (Sevilla)

Banda Sagrada Columna y Azotes. Las Cigarreras

Agrupación Nuestra Señora del Rosario de Alcalá de Henares (Madrid)

Banda de la Vera Cruz de los Palacios y Villafranca

Agrupación Nuestro Padre Jesús de la Salud. Los Gitanos

Banda Santísimo Cristo de las Tres Caídas de Triana

Banda de la Vera Cruz de Utrera

Banda Presentación al Pueblo de Dos Hermanas

Agrupación María Santísima de la Estrella (Granada)

Banda Nuestra Señora de la Victoria. Las Cigarreras.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Anécdotas de nuestras hermandades

Aquí os dejamos anécdotas, que le han pasado a nuestras hermandades de Sevilla, y algunas la verdad son bastante bonitas y otras no tan buenas precisamente.
Si la cosa, parece que tiene aceptación, con mucho gusto os seguiré dando información sobre anécdotas de las cofradías de Sevilla.

SAN BERNARDO
Un desgraciado accidente ocurrió el Miércoles Santo de 1986. La cuadrilla que portaba el crucificado estaba compuesta por sus cofrades; a la altura de la Plaza de la Alfalfa uno de los costaleros, José Portal Navarro, se sintió indispuesto de un infarto, falleciendo al momento, costernando a sus compañeros, cofrades y gente que presenciaban el discurrir el cortejo.
La procesión siguió y la entrada en la Carrera Oficial la hizo en silencio, sin la música.

SANTA MARTA
En la tarde del Lunes Santo de 1976, una intensa y pertinaz lluvia, la junta de gobierno se reunió para deliberar sobre la salida, tomándose el acuerdo de efectuar la estación, mas sin llevar el paso de misterio, sino sólamente la imagen del Cristo de la Caridad, que fue bajado de las andas y colocado en unas parihuelas, portándose a hombros de sus cofrades nazarenos que no llevaban el capirote de cartón, con lo que dio una estampa inédita en la Semana Santa sevillana; igualmente no se llevaron insignias, sólo los cofrades con luz en número de 250 y la Cruz de Guía.

Detrás del Cristo una larga fila de penitentes con cruces. Salió a las 18:00 de la tarde e hizo el recorrido completo a paso muy ligero, entrando en su templo a las 21:00 de la noche.

MAGNA MARIANA
Con motivo de la proclamación del Patronazgo de la Virgen de los Reyes sobre Sevilla y su archidiócesis, el cardenal Segura organizó una magna procesión el 24 de Noviembre de 1946 en la que figuraron en el cortejo, además de la Patrona, los pasos de la Virgen del Pilar de San Pedro, de Todos los Santos, del Amparo, de la Virgen de la Amargura, de la Esperanza Macarena y de la Virgen del Valle. La curiosidad es que estas tres dolorosas que procesionaron iban en sus respectivos pasos procesionales sin palio.

EL ROCIO
En las Misiones Generales de 1965 la imagen del Nuestro Padre Jesús de la Redención fue llevada al colegio de Santo Domingo Savio, presidiendo el centro nº5 de la zona 7.

De regreso a Santiago, el Señor hizo estación en la iglesia de Santa María la Blanca, templo fundacional de la hermandad. Se da la circunstancia de que el Señor no había entrado antes en la que se fue sede fundacional de la cofradia, puesto que su bendición tuvo lugar en 1958 en la iglesia de la Misericordia, adonde la hermandad se había trasladado para verificar la que sería su primera salida procesional un año después

martes, 15 de noviembre de 2016

Procesión de Nuestra Señora del Amparo

En la tarde del Domingo se produjo desde la Real Parroquia de Santa María Magdalena la procesión de Nuestra Señora del Amparo la cual para los cofrades significa las ultimas lineas de las glorias sevillanas

La imagen que procesionó sobre su imponente paso alumbrado por cuatro guardabrisas rematados por un farol en el medio y cuatro candelabros delante de la imagen. Exornado con flores blancas. Comandaba el paso Ismael Vargas con un paso elegante y pausado. Acompañaba musicalmente la Banda de Música Nuestra Señora de la Victoria.





Besamanos en Cigarreras

Durante la jornada del Domingo pudimos disfrutar del besamanos de la imponente talla que esculpiera Francisco Buiza. El Señor Atado a la Columna que presidia la capilla de la fábrica de tabacos en un altar en el que los colores predominantes eran el morado y el rojo con el formato habitual con el que se celebra este besamanos. Un altar en el que destacaba el dosel central de gran calidad enmarcando al Señor. El color morado predominaba en las velas y doseles y el rojo en las flores. La Virgen de la Victoria se encontraba a la derecha del presbiterio en un altar también ornamentado con velas y flores en este caso blancas y estaba ataviada de luto con saya negra bordada y manto negro liso. 








viernes, 11 de noviembre de 2016

Agenda cofrade para el fin de semana en Sevilla


Durante este fin de semana tendremos varios eventos cofrades que destacar:
Durante la jornada del Sábado día 12 comenzaran los conciertos por la festividad de Santa Cecilia que este año se desempeñaran en los Jardines del Valle y que contará en este primer día con los conciertos de las siguientes bandas:

BCCTT. Juvenil Centuria Macarena (14:00)
A.M. María Santísima de las Angustias Coronada (14:30)
BCCTT. Centuria Romana Macarena (15:00)
BCCTT. Sagrada Columna y Azotes (15:30)
A.M. Nuestra Señora del Juncal (16:00)
BCCTT. Santísimo Cristo de la Sangre (16:30)
A.M. Virgen de los Reyes (17:00)
BCCTT. Nuestra Señora de la Victoria (17:30)
A.M Nuestro Padre Jesús de la Salud (18:00)

Además en la Iglesia de la Anunciación en horario de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 se encontrará en devoto besapies el titular de la hermandad del Valle: el Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas.

En la jornada del Domingo día 13 continuaran los conciertos de Santa Cecilia el cual en este día será en la Ronda de Triana en el parque del Turruñuelo en el siguiente orden:

A.M. Nuestro Padre Jesús de la Redención (12:00)
BCCTT. Nuestro Padre Jesús Cautivo (12:30)
BCCTT. Pasión de Cristo (13:00)
A.M. Nuestra Señora del Carmen (13:30)
BCCTT San Juan Evangelista (14:00)
BCCTT. Santo Cristo Varón de Dolores (14:30)
A.M. Nuestra Señora de la Encarnación (15:00)
BCCTT. Santísimo Cristo de las Tres Caidas de Triana (15:30)
BCCTT. Nuestra Señora del Sol (16:00)

Continua el besapies al Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas en la iglesia de la Anunciación en horario de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00.
En la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores en el Cerro del Águila se encontrará en devoto besamanos la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Humildad en horario de 10:00 a 21:00
Y por último en la Capilla de la Fábrica de Tabacos encontramos en besamanos a Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna en horario de 11:30 a 21:00

Culminando la agenda cofrade del fin de semana se encuentra la salida procesional de Nuestra Señora del Amparo desde la Real Parroquia de Santa María Magdalena la cual saldrá a las 18:00 y se recogerá a las 21:30 con el siguiente itinerario: Cristo del Calvario, San Pablo, Puerta de Triana, Santas Patronas, López de Arenas, Galera, Almansa, Santas Patronas, Julio César, Canalejas, Bailén, Andén de San Pablo y Cristo del Calvario.

El paso irá acompañado por la Banda de Música Nuestra Señora de la Victoria (Las Cigarreras) y comandado por Ismael Vargas Crespo. 

jueves, 10 de noviembre de 2016

Señor de Sevilla

Sonaban las 7 del reloj de San Lorenzo cuando abrieron las puertas de la Basílica del Señor, inmediatamente el único sonido que sonó durante el paso del cortejo fue el silencio. Silencio de una ciudad que esperaba con impaciencia a su Señor, expectación en los rostros de los afortunados que pudieron vivir sus primeros instantes en la calle. Aparecieron los ciriales, silencio sepulcral, respetuoso, fervoroso, el Señor se puso en la calle y el sentimiento contenido comenzó a aflorar en la Plaza: labios murmurando el Padrenuestro, lágrimas de emoción, momentos de recogimiento ante Él. Esta fue la tónica dominante durante todo el recorrido por todos los presentes a su paso. En cualquier punto se respiraba la devoción que solo Él tiene, como se abarrotaron calles y plazas, como se llenó cada rincón de la ciudad para poder tener un ratito frente a Él, poder arroparlo durante su recorrido ya que esta efeméride ha hecho que el Señor camine aún más arropado que de costumbre.

El Señor de Sevilla navegó hasta la iglesia de todos los sevillanos, la Catedral. Una vez dentro y ubicado en el lugar desde el que iba a presidir los actos programados, todos se acercaban a ofrecerle el último rezo, el último instante, darle gracias por haber podido vivir esos instantes con Él. Nadie quería irse, siempre quedaba esa última oración para despedir al Señor en una Catedral abarrotada de fieles.

Y amaneció el domingo, de Él, porque los domingos son de Él, del Señor. Domingo con un sol radiante que hacia brillar su canasto, un sol que no se quería perder los compases de Ione en el ayuntamiento o de la Madruga en la Plaza de los Carros, o el canto de esas benditas mujeres que viven en Santa Ángela. Momentos que pusieron los pelos de punta y quedaran grabados en el recuerdo.

Ese domingo tan radiante, Sevilla se levantaba fría, con olor a calentitos y a café, como si una madruga de viernes Santo se tratará. Llegaban autobuses de fuera de la ciudad que ya empezaba a ponerse nerviosa, comenzaba un "Run run" y las personas que lo esperaban por primera vez no paraban de mirar el reloj.

Y dieron las 11 y Sevilla volvió a hacerse silencio y Él con su inmenso Gran Poder sin palabras avanzaba entre un río de personas. Esas personas que vi llorar a su paso, y pedir por ese familiar enfermo, porque les ayudará con quien sabe qué problema, esas mujeres mayores que para una madrugada ya no están como les rezaban con un viejo rosario que quizás cuelgue de un cabecero antiguo. Una imagen se me quedó grabada, un niño de esos que decimos aquí "porculeros" de los que se llevan a tu lado todo el tiempo quejándose, y que tú piensas que no te va dejar ver al Señor, ese niño en los hombros del padre de quedo estupefacto al ver al Señor como avanzaba hacia Él, esa señales que ves, que él es Dios verdadero en la tierra.


Quedo demostrado que el Gran Poder es la devoción de toda la ciudad, que por mucho que pasen los años Él es el que sigue teniendo la devoción, el que sigue guiando el camino, el que a su paso enmudecen sus fieles, el que mueve a su rebaño siempre a su servicio, Él es el Señor de Sevilla. Y se nos marcha el señor, como los veranos en la higuerita cuando éramos pequeños, sin hacer ruido. Pero Él es el que es, y siempre se queda.